Las imágenes de curtidurías tercermundistas, poco higiénicas y peligrosas para sus trabajadores que habitualmente vemos en los medios de comunicación generan una corriente de opinión equivocada con respecto a la realidad de los centros de trabajo donde se curten pieles. Para demostrar que la curtición en Europa está muy lejos de ser una industria contaminante e insegura, la Confederación de Asociaciones Nacionales de Curtidores y Aparadores de la Comunidad Europea (Cotance), en colaboración con el sindicato IndustriAll-European, ha puesto en marcha el proyecto «Auditoría para la salud en los puestos de trabajo de la industria de la curtición».
Esta iniciativa parte se centrará en tres tareas principales. La primera, la realización de una encuesta a nivel europeo para conocer cuáles son las condiciones de salubridad y seguridad laborales que se están desarrollando dentro de las fábricas de cueros y, de este modo, identificar posibles errores susceptibles de mejora. El segundo, actualizar la herramienta online de evaluación de riesgos OiRA para el sector del curtido. Y, por último, la celebración de una conferencia durante la segunda mitad de 2018 donde se difundirán los resultados del proyecto.
El proyecto dará como resultado una guía para que los compradores de cuero puedan distinguir a aquellos proveedores con buenas prácticas laborales,
El proyecto dará como resultado una guía para que los compradores de cuero puedan distinguir a aquellos proveedores con buenas prácticas laborales, al mismo tiempo que a los curtidores les servirá para certificar sus esfuerzos en cuanto a la salud y respecto medioambiental y laboral.
El programa se desarrollará durante 18 meses, finalizando a finales de septiembre de 2018, y contará con la cooperación de las asociaciones nacionales de curtidos UNIC (Italia), VDL (Alemania), Acexpiel (España), FFTM (Francia), UKLF (Reino Unido), Appbr (Rumanía) y SG (Suecia).
