«La supervivencia de muchas de las 1100 empresas que componen el sector está realmente en riesgo», alerta Fabrizio Nuti, presidente de la asociación italiana de curtidores UNIC. Para llamar la atención sobre el delicado momento por el que atraviesa la industria, la patronal de los curtidores italianos ha lanzado un comunicado titulado «Emergencia en el sector italiano del curtido». Nuti firma este texto, redactado tras la reunión del Consejo General de UNIC el pasado 31 de agosto, como una llamada de atención ante «una situación marcada por tales dificultades que puede llevar a muchas empresas del sector a una pronta suspensión de pagos, sino al cese definitivo».
«A fines de junio solicité una cadena de suministro solidaria, que permitiera a las curtidurías ajustar sus precios ante el auge inflacionario que se vive desde hace meses. Era y es una necesidad real», recuerda Nuti. Pero, advierte, esta situación se ha vuelto «insostenible», y los sobrecostes ya no solo atañen a la energía, sino que todos los proveedores de la industria han incrementado sus precios de manera descontrolada, lo que hace imposible la viabilidad económica de las empresas.
El coste total de producción de un cuero terminado en Italia ha aumentado de media al menos un 12,1 % por metro cuadrado en comparación con el año anterior
El departamento de Investigación de la UNIC calcula que, hasta la fecha, sin considerar las fluctuaciones en los precios de las pieles crudas o semiacabadas, el coste total de producción de un cuero terminado en Italia ha aumentado de media al menos un 12,1 % por metro cuadrado en comparación con el año anterior, debido a los aumentos del gasto unitario de energía (+360 % para gas y electricidad), el tratamiento del agua (+42 %) , los productos químicos (+31 %) y el procesamiento por terceros (+24 %). Además, si las tendencias actuales de estos costes continúan en las próximas semanas, se espera un aumento total de media adicional del 5,5 % en los últimos tres meses de 2022.
«Nunca antes el futuro ha sido tan incierto como ahora. Para afrontarlo y superarlo, se necesita una fuerte concienciación y un esfuerzo conjunto por parte de todos, empresas e instituciones»
La demanda de cueros, que a principios del presente año fue buena, se está ralentizando de manera preocupante en los últimos meses, y muchas empresas reconocen estar trabajando a pérdidas. «¿Cuánto tiempo podrán aguantar en estas condiciones?», se pregunta Fabrizio Nuti en el comunicado de UNIC. «Nunca antes el futuro ha sido tan incierto como ahora. Para afrontarlo y superarlo, se necesita una fuerte concienciación y un esfuerzo conjunto por parte de todos, empresas e instituciones», añade el presidente de los curtidores italiano. «La industria del cuero en Italia emplea a 18 000 trabajadores, sin tener en cuenta los empleos indirectos que genera. Son 18 000 familias que dependen de las curtidurías nacionales para su sustento económico», puntualiza.