La estación de regeneración de agua (ERA) de Igualada (Barcelona) comenzó a trabajar en abril. Durante el pasado mes, esta planta piloto entregó las primeras cubas de agua regenerada. Este ambicioso proyecto aspira a tratar los efluentes de la planta de depuración de la empresa Igualadina de Depuración y Recuperación (el agua de salida de la planta, ya depurada), para obtener un flujo de agua osmotitzada (agua prácticamente pura) y otro de agua salada, ambas reutilizables en la industria curtidora o para otros usos.
El proyecto de ERA consta de dos etapas. La primera es un pretratamiento que condiciona el agua para que pueda entrar a un sistema de membranas. Este primer tratamiento se validó en una planta piloto durante los años 2020 y 2021. Este año 2023 se llevará a cabo la construcción de la correspondiente planta industrial, con una inversión de 1,5 millones de euros, que tratará toda el agua de salida de la depuradora de Igualadina de Depuración y Recuperación, es decir, 4000 m³/día. La segunda etapa consiste en separar el agua de la sal y otros elementos presentes mediante varias membranas como de ultrafiltración, nanofiltración y, finalmente, de ósmosis inversa, obteniendo agua osmotitzada y agua salada descalcificada.
La planta piloto actual, que incorpora las dos etapas, es la que permitirá determinar los parámetros de diseño para una futura planta industrial de membranas y, al mismo tiempo, con el agua que se está produciendo, ya se están haciendo las primeras producciones experimentales en las fábricas.
Para Bernat Vilarrubias, gerente de la empresa Igualadina de Depuración y Recuperación y presidente de Leather Cluster Barcelona, explica que «ya se ha contratado una ampliación de la planta piloto con membranas de ultrafiltración externas de más capacidad para aumentar la producción hasta 1 m³/hora y al mismo tiempo generar un nuevo flujo de agua de 3m3/hora de menor calidad, pero igualmente útil para las fases iniciales del proceso de curtido, donde el nivel de exigencia es menor, y a un coste menor, para así cubrir las diferentes necesidades de las empresas curtidoras, que usarán estas aguas en sus procesos de forma experimental».
«La depuradora de los curtidores, además de ser una actuación ejemplar de cooperación competitiva y de la ventaja de formar parte de un clúster, es pionera en la integración de valor compartido, un proyecto empresarial que tiene un impacto positivo en la sociedad y que promueve un equilibrio entre la competitividad empresarial y la conciencia social y ambiental, contribuyendo a construir una economía más justa, verde y equitativa», aseguran en Leather Cluster Barcelona. «Este proyecto de construcción de una Estación Regeneradora de Agua no solo transformará la relación de la ciudad de Igualada con el río Anoia, sino que servirá de ejemplo de sostenibilidad para otras ciudades con industrias similares», añaden.
