
Un proyecto de la universidad de Canterbury en Nueva Zelanda está impulsando el reciclaje del metano que producen los residuos de las curtidurías como fuente de energía renovable. Cuando el contenido de metano en el biogás que produce la digestión anaeróbica de los desechos generados en la curtición es mayor al 55 por ciento, puede ser utilizado como un sustituto del gas natural. La investigación ha comprobado que las mezclas de lodos producidos en desengrase (degreasing) y recortes del descarnado (waste fleshings) han sido capaces de generar un biogás con una proporción de metano superior al 65 por ciento. Según Amanda Kirk, una de las investigadoras del proyecto, con estos resultados las tenerías podrían producir energía útil para la fábrica con sus propios residuos. Residuos que como el lodo producido por disolventes desengrasantes generan muchos problemas a la hora de su eliminación y limpieza debido a la legislación medioambiental que existe en muchos países.
El proyecto ha sido impulsado por las estudiantes de ingeniería Amanda Kirk y Michaela Aspell bajo la supervisión de los doctores Ricardo Bello-Mendoza y Peter McGuigan.