Las asociaciones internacionales de cuero (Cotance), calzado (CEC), peletería (IFF) y lana (IWTO) se han unido para defender los materiales naturales y duraderos frente a la moda rápida. Estas cuatro organizaciones han elaborado una declaración conjunta dirigida a la Secretaría Técnica de la Categoría de Normas de Huella Ambiental de Producto (Pefcr) sobre Ropa y Calzado (A&F). En ella expresan su disconformidad ante el actual método para calcular la «duración del servicio» de la ropa y los zapatos. Según señalan Cotance, CEC, IFF e IWTO, la principal preocupación es el precedente que este método de cálculo está sentando en el contexto regulatorio más amplio de la UE. «Una metodología inmadura para calcular la huella ambiental de los productos de indumentaria y calzado corre el riesgo de tener efectos altamente dañinos sobre la diversidad y la competitividad de las industrias en el ecosistema», aseguran las asociaciones.
¿Qué falla con las métricas de durabilidad actuales de la ropa y el calzado? Según estas cuatro organizaciones representativas del cuero, el calzado, la peletería y la lana, penalizan los materiales naturales y de mayor duración, y los productos de consumo fabricados con ellos.
Declaración conjunta
La principal preocupación radica en la unidad de medida adoptada por la Secretaría Técnica, que desarrolla la metodología y la representatividad de los valores por defecto para la durabilidad de los productos de indumentaria y calzado tomados de Higg.
Los firmantes de la declaración conjunta se oponen a que la medida se exprese en un número de «usos» en lugar de en el tiempo real en «años». Este enfoque, tomado del Módulo de Productos de Higg, «no refleja la vida útil real de los productos ni la opinión de todos los interesados del sector», explican las cuatro asociaciones. Además, ni la segmentación de productos ni los valores por defecto para la duración del servicio tienen en cuenta las propiedades únicas de los diferentes materiales. «Como resultado, el método favorece los productos que se compran y se desechan después de unos pocos “usos” y penaliza los diseñados para durar mucho más de lo que la metodología puede ofrecer», afirman los firmantes de la declaración conjunta.
Las organizaciones que representan las opiniones de las industrias del calzado, la piel, el cuero y la lana proponen que la duración del servicio se exprese en años en lugar de en usos y que las características de durabilidad que los materiales confieren a los productos se integren adecuadamente en la segmentación del producto o el flujo de referencia. «Este cambio proporcionaría una evaluación más precisa y significativa de la vida útil de un producto, lo que ayudaría tanto a los consumidores como a los fabricantes a tomar decisiones informadas», aseguran.