El Parlamento Europeo fue el escenario de un importante evento internacional en el que la industria europea del cuero presentó un mensaje claro y respaldado por la ciencia: el cuero no impulsa la deforestación.
El taller de alto nivel, titulado «EUDR: ¿es el cuero un motor de la deforestación? – Presentando los hechos al Parlamento Europeo», fue organizado por el eurodiputado italiano Salvatore De Meo (PPE) en colaboración con la Confederación de Asociaciones Nacionales de Curtidores de la UE (Cotance) y la Asociación Italiana de Curtidores (UNIC). Reunió a más de cincuenta participantes presenciales, incluyendo representantes diplomáticos de Estados Unidos, Argentina, Turquía y Australia, así como funcionarios de países miembros de la UE como Italia y Polonia, miembros de la Comisión Europea, eurodiputados, organizaciones internacionales, expertos del sector y representantes de importantes empresas y curtiembres.
El evento representó un hito en la defensa del sector ante la revisión del Anexo I del Reglamento de la UE sobre la Deforestación (EUDR), destacando la importancia de formular políticas públicas basadas en evidencias científicas.
Durante la jornada, se presentaron los resultados de un exhaustivo estudio realizado por la Escuela Superior Sant’Anna de la Universidad de Pisa (Italia), el cual revisó la literatura académica y los datos disponibles sobre la relación entre el cuero y la deforestación. El análisis sirvió además como una evaluación de impacto ausente hasta ahora sobre la inclusión del cuero en la EUDR.
Estos fueron algunos de los puntos clave del taller:
- Sin vínculo directo con la deforestación: el estudio, basado en más de 94 millones de registros académicos, 29 200 publicaciones activas y 330 000 libros, además de 28 entrevistas a actores del sector, concluyó que no existe una conexión directa entre el cuero y la deforestación. Si bien el cuero proviene del ganado, los animales se crían por su carne y leche, no por su piel, que es un subproducto y no un incentivo para aumentar la ganadería.
- Impacto económico severo: alrededor del 40 % de la materia prima utilizada por la industria del cuero en la UE proviene de fuera del bloque comunitario, desde países que no están en condiciones de cumplir con los exigentes requisitos de trazabilidad del EUDR. Esto podría interrumpir gravemente la cadena de suministro europea, con el riesgo añadido de pérdida de empleos en toda la cadena de valor del cuero.
- Riesgos medioambientales de los sustitutos: el informe advierte de que sustituir el cuero europeo por alternativas sintéticas, como los materiales de poliuretano, podría aumentar el daño ambiental debido a mayores emisiones y uso de recursos. Además, desechar pieles en vertederos o enviarlas a países con estándares ambientales más laxos socavaría los objetivos del Pacto Verde Europeo.
En este sentido, Gustavo González-Quijano, secretario general de Cotance, se pregunta «¿de verdad espera la UE que un pequeño grupo de curtidores europeos impulse la trazabilidad global del ganado por un subproducto? La Comisión debe escuchar la voz del sector y actuar con base en las evidencias».