El pelo sobrante en el proceso del curtido de pieles puede ser utilizado como materia prima en la fabricación de cosméticos y fertilizantes. Así lo demuestra una investigación del grupo de investigación del Campus Universitario Igualada-UdL A3 Leather Innovation Center, centrada en el aprovechamiento de un residuo problemático para la industria curtidora como es el pelo.
La investigación se enmarca en el proyecto BioQuat, financiado con 156.000 euros por el programa Innotec-Acció de la Generalitat de Cataluña, que tiene como objetivo rediseñar el proceso de pelambre (eliminación del pelo) desde la óptica de la economía circular. La investigación ha modificado el proceso de pelambre para hacerlo más sostenible, separando el pelo de la piel con menos productos químicos y sin generar malos olores.
El aprovechamiento del residuo se ha hecho a partir de la extracción de su proteína para poder obtener productos queratínicos que supongan un valor añadido para otras industrias
El aprovechamiento del residuo se ha hecho a partir de la extracción de su proteína para poder obtener productos queratínicos que supongan un valor añadido para otras industrias, como la cosmética y la farmacéutica. Esta proteína se convierte así en materia prima para elaborar, por ejemplo, cremas faciales y capilares, fertilizantes para plantas e incluso se puede utilizar como complemento en los piensos para alimentación animal.
«A diferencia de las carnazas, el pelo era un residuo poco estudiado; y con este proyecto se ha podido demostrar que tiene unas propiedades adecuadas en cuanto a seguridad del producto, ya que no contiene elementos tóxicos», explica la directora del grupo investigador, Anna Barcardit. «Gracias a los resultados obtenidos se mejorará la gestión de residuos sólidos de la industria de la piel, como el pelo, reconduciendo la reutilización de su contenido queratínico hacia terceros sectores y generando nuevas líneas de negocio», añade.
El equipo investigador del A3 Leather Innovation Center ha trabajado todo el proceso en la planta piloto de curtidos del Campus Universitario Igualada-UdL, desde el pelambre hasta la obtención del subproducto, con la colaboración de la empresa curtidora Compañía Arrendataria Industrial Igualadina. Varias empresas del sector cosmético y de fertilizantes ya se han interesado en el producto y se espera que se pueda comercializar en breve.
En los últimos años, «la industria del cuero está centrando esfuerzos para convertirse en un sector más sostenible, poniendo en marcha líneas de investigación de nuevos procesos, tecnologías y productos que puedan dar solución a las problemáticas ambientales actuales y respuesta a las exigencias del mercado en cuanto a la calidad ya la innovación», concluye Bacardit.