
A falta de un mes para poder calcular el año completo, ya se puede adelantar, sin mucho margen de error, que las exportaciones españolas de cueros acabados y semicurtidos cerraron 2023 con un sólido aumento respecto a 2022 y que antes de la pandemia en 2019. Se constata de este modo la recuperación de las ventas al exterior de los subsectores de cueros elaborados y pieles semicurtidas, mientras que las relativas a las pieles crudas sufrieron una brusca caída.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, durante los once primeros meses de 2023 con respecto a 2022, las exportaciones de pieles en bruto cayeron un 18,2 % (24,5 millones de euros menos), mientras que las de pieles semicurtidas se dispararon un 7,1 % (4,8 millones de euros más) y las de pieles curtidas aumentaron un 2,3 % (9 millones de euros más).
Si comparamos los once primeros meses de 2023 con los de 2019, previos a la pandemia de la covid-19, las ventas de pieles en bruto descendieron un 14,8 %, mientras que las pieles semicurtidas aumentaron un 34,2 % y las de pieles curtidas, un 14,8 %.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, entre enero y noviembre de 2023 con respecto al mismo periodo de 2022, las compras en el extranjero de pieles en bruto aumentaron un 2,5 % (1,6 millones de euros más); mientras que la importación de pieles semicurtidas crecieron un 6,2 % (6,7 millones de euros de más) y las de pieles curtidas cayeron un 7,1 % (18,7 millones de euros menos).
En relación con enero-noviembre de 2019, las ventas de pieles en bruto crecieron un 36,1% y las pieles semicurtidas, un 27,9 %, mientras que las de pieles curtidas cayeron un 14,4 %.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel en los once primeros meses de 2023 arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 165,5 millones de euros.