Las exportaciones en la industria española de la piel y cuero durante los siete primeros meses del año registraron caídas en todos los subsectores (pieles en crudo, semicurtidos y curtidos). No obstante, si comparamos estas ventas al exterior con las de antes a la crisis del coronavirus, se detecta una importante subida en cuanto a cueros acabados.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, entre enero y julio de 2024 con respecto al mismo periodo de 2023, las exportaciones de pieles en bruto cayeron un 6,4 % (5,1 millones de euros menos); las de pieles semicurtidas, un 38,1 % (19,9 millones de euros menos), y las de pieles curtidas, un 5 % (13,4 millones de euros menos).
Si comparamos los siete primeros meses de 2024 con los de 2019, previos a la pandemia de la covid-19, las ventas de pieles en bruto descendieron un 20,2 % y las de las pieles semicurtidas, un 2,6 %, mientras que las de las pieles curtidas crecieron un 10,6 %.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, entre enero y julio de 2024 con respecto a los de 2023, las compras en el extranjero de pieles en bruto cayeron un 26,5 % (12,2 millones de euros menos) y las de pieles semicurtidas, un 21,7 % (15,8 millones de euros menos), mientras que las de pieles curtidas crecieron un 3,3 % (5,4 millones de euros más).
En relación con enero-julio de 2019, las ventas de pieles en bruto aumentaron un 7,5 %, mientras que las pieles semicurtidas cayeron un 21,7 %, y las de pieles curtidas subieron un 3,3 %.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel en los primeros siete meses del presente año arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 102,7 millones de euros.