Las ventas al exterior españolas de pieles curtidas superaron entre enero y febrero del presente año los niveles que marcaba antes de que se desatara la crisis del coronavirus. Al igual que los cueros elaborados, las exportaciones de pieles semicurtidas también arrojaron datos muy por encima de los que registraba en 2020, antes de los confinamientos y las restricciones a los viajes. Tan solo las ventas de pieles crudas mostraron cifras negativas en relación a 2020.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, durante los dos primeros meses de 2022 con respecto a 2021, las exportaciones de pieles en bruto crecieron un 15,4 por ciento (3,5 millones de euros más), las de pieles semicurtidas se dispararon un 27,7 por ciento (2,7 millones de euros más) y las de pieles curtidas aumentaron un 52,5 por ciento (21,8 millones de euros más).
No obstante, si comparamos los acumulados de 2022 con los de 2020, las exportaciones españolas de pieles en bruto cayeron un 4,1 por ciento, mientras que las de pieles semicurtidas crecieron un 15,8 por ciento y las de pieles curtidas, un 3 por ciento.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, durante enero y febrero de 2022 con respecto al año anterior, las compras en el extranjero de pieles en bruto aumentaron un 43,2 por ciento (3,2 millones de euros más); la importación de pieles semicurtidas, un 80,3 por ciento (8,1 millones de euros más) y, finalmente, las de pieles curtidas, un 55,7 por ciento (14,6 millones de euros más).
En relación con los acumulados de 2020, las importaciones de pieles en bruto disminuyó un 15,9 por ciento y las de pieles semicurtidas, un 0,7 por ciento; mientras que las de pieles curtidas crecieron un 0,7 por ciento.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel en el primer bimestre de 2022 arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 32,3 millones de euros.
