
Las exportaciones en la industria española de la piel y cuero cerraron un pésimo año en 2024 registrando importantes caídas en todos sus subsectores (pieles en crudo, semicurtidos y curtidos). En particular, las ventas al exterior de cueros acabados españoles no lograron superar los 400 millones de euros, lo que supuso casi un 7% menos. Estos descensos se entienden, fundamentalmente, por la relajación de la presión inflacionaria de los dos últimos años.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, entre enero y diciembre de 2024 con respecto al mismo periodo de 2023, las exportaciones de pieles en bruto cayeron un 6,5 % (8,2 millones de euros menos); las de pieles semicurtidas, un 31,7% (24,5 millones de euros menos), y las de pieles curtidas, un 7,1 % (30,4 millones de euros menos).
Si comparamos 2024 con 2019, año previo a la pandemia de la covid-19, las ventas de pieles en bruto descendieron un 20,1 % y las de pieles semicurtidas, un 7,9 %; mientras que las de las pieles curtidas aumentaron un 6,9 %.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, entre enero y diciembre de 2024 con respecto a los de 2023, las compras en el extranjero de pieles en bruto cayeron un 27,4 % (19,1 millones de euros menos) y las de pieles semicurtidas, un 24,3 % (30,6 millones de euros menos), mientras que las de pieles curtidas crecieron un 2,3 % (6 millones de euros más).
En relación con enero-diciembre de 2019, las compras de pieles en bruto cayeron un 4,3%; las de pieles semicurtidas, un 2 %, y las de pieles curtidas, un 12,2 %.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel 2024 arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 150,1 millones de euros.