Las exportaciones en la industria española de la piel y cuero continúan cayendo en todos los subsectores (pieles en crudo, semicurtidos y curtidos) a lo largo del presente año. Por otro lado, si comparamos estas ventas al exterior con las de antes a la crisis del coronavirus, se detectó una importante subida en cuanto a cueros acabados, seguramente, influida por la elevada presión inflacionaria sufrida en los últimos años.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, entre enero y septiembre de 2024 con respecto al mismo periodo de 2023, las exportaciones de pieles en bruto cayeron un 6,2 % (6,1 millones de euros menos); las de pieles semicurtidas, un 34 % (20,9 millones de euros menos), y las de pieles curtidas, un 6 % (19,4 millones de euros menos).
Si comparamos los nueves primeros meses de 2024 con los de 2019, previos a la pandemia de la covid-19, las ventas de pieles en bruto descendieron un 19,2 % y las de pieles semicurtidas, un 2,2 %; mientras que las de las pieles curtidas aumentaron un 9,8 %.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, entre enero y septiembre de 2024 con respecto a los de 2023, las compras en el extranjero de pieles en bruto cayeron un 27,1 % (14,6 millones de euros menos) y las de pieles semicurtidas, un 21,9 % (19,3 millones de euros menos), mientras que las de pieles curtidas crecieron un 4,1 % (8 millones de euros más).
En relación con enero-septiembre de 2019, las ventas de pieles en bruto aumentaron un 0,6 %, mientras que las pieles semicurtidas cayeron un 5,3 %, y las de pieles curtidas subieron un 12,1 %.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel en los primeros nueve meses del presente año arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 122,2 millones de euros.
