Las exportaciones en la industria española de la piel y cuero continúan cayendo en todos los subsectores (pieles en crudo, semicurtidos y curtidos) a lo largo del presente año. Por otro lado, si comparamos estas ventas al exterior con las de antes a la crisis del coronavirus, se detectan importantes subidas en cuanto a cueros acabados y semicurtidos, seguramente influidas por la elevada presión inflacionaria sufrida en los últimos años.
De este modo, según datos de la Dirección General de Aduanas, entre enero y agosto de 2024 con respecto al mismo periodo de 2023, las exportaciones de pieles en bruto cayeron un 5,7 % (5 millones de euros menos); las de pieles semicurtidas, un 33,9 % (18,8 millones de euros menos), y las de pieles curtidas, un 5,9 % (17,1 millones de euros menos).
Si comparamos los ocho primeros meses de 2024 con los de 2019, previos a la pandemia de la covid-19, las ventas de pieles en bruto descendieron un 20,7 %, mientras que las de las pieles semicurtidas aumentaron un 2,1 %, y las de las pieles curtidas, un 9,7 %.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, entre enero y agosto de 2024 con respecto a los de 2023, las compras en el extranjero de pieles en bruto cayeron un 26,6 % (12,9 millones de euros menos) y las de pieles semicurtidas, un 21,5 % (16,8 millones de euros menos), mientras que las de pieles curtidas crecieron un 4,5 % (8 millones de euros más).
En relación con enero-agosto de 2019, las ventas de pieles en bruto aumentaron un 5,3 %, mientras que las pieles semicurtidas cayeron un 4,9 %, y las de pieles curtidas subieron un 13,3 %.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel en los primeros ocho meses del presente año arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 107,5 millones de euros.
