A mediados de diciembre se firmó el Acuerdo del clima de París, según el cual 195 países se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono y mantener el calentamiento global «muy por debajo» de los 2ºC. En línea con este acuerdo, y profundizando en el compromiso de la industria del cuero con el medioambiente, la asociación italiana del cuero UNIC ha lanzado un crowdfunding («micromecenazgo») para recabar fondos y poner en marcha una investigación que quiere convertir los desechos del cuero en combustible líquido. El proyecto, patentado en Alemania, prevé construir una planta piloto que, gracias a la tecnología TCR, sea capaz de tratar recortes despreciados de cuero acabado para generar energía. La asociación italiana espera recaudar suficientes fondos como para financiar la construcción de esta planta de tratamiento de residuos de la industria de la curtición. «Este proyecto va a ser un pilar muy importante dentro de la estrategia de UNIC de cara al año 2016», ha explicado Salvatore Mercogliano, presidente de la asociación.
