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«El coronavirus ha acelerado el desarrollo de una producción de curtidos cada vez más sostenible»

Las raíces de la Asociación Italiana de Químicos del Cuero (AICC) se remontan a principios del siglo pasado. Es, por tanto, una de las asociaciones más longevas y con mayor desarrollo en Europa dentro de la industria de los productos químicos para el curtido de pieles. En esta entrevista con su presidente, Roberto Mariano Mecenero nos habla sobre la trayectoria de AICC y las actividades que realiza, pero también nos da su opinión sobre temas tan cruciales para el sector en la actualidad como las alternativas al curtido cromado, los efectos de la pandemia de la covid-19 sobre la industria del cuero o la imagen que los más jóvenes tienen de la actividad curtidora.

LederPiel: ¿Cuándo y por qué se funda AICC? ¿Cómo ha evolucionado durante sus años de actividad?
Roberto Mariano Mecenero: AICC nació en 1904, fundada por el doctor Roberto Lepetit como Sección Italiana de la Sociedad Internacional de Químicos del Cuero (Sicic). El 5 de noviembre de 1938, por resolución de su asamblea general, la Sicic se fusionó con la Asociación Italiana de Química y Técnica del Curtido. Esta, con sede en Turín, fue creada como organización sin ánimo de lucro en 21 de junio de 1938. Posteriormente, la mencionada asociación asumió el nombre de Asociación Italiana de Químicos del Cuero (AICC) el 20 de octubre de 1949.

LederPiel: ¿Cuáles son los principales objetivos de AICC? ¿Cuántos miembros forman parte de la asociación?
Roberto Mariano Mecenero: Promover y difundir la cultura y la investigación científica entre los miembros; establecer vínculos más estrechos entre la ciencia y la cadena de suministro del cuero; mantener relaciones culturales continuas entre los miembros de la AICC y otras asociaciones similares en la cadena de suministro del cuero, tanto italianas como extranjeras; apoyar la formación escolar colaborando con las escuelas del sector a través de iniciativas encaminadas a integrar la formación específica, y expresar y emprender iniciativas sobre temas o propuestas relacionadas con la química y la cadena de suministro del cuero. Actualmente la asociación cuenta con unos 500 miembros.

«Creo que esta segunda crisis está haciendo más daño que la covid-19, al menos para la industria europea, en general, y para la industria europea del curtido, en particular»

LederPiel: ¿Cómo ha afectado la crisis de la covid-19 a la industria química italiana para el curtido? ¿Cuándo cree que la industria del curtido se recuperará del impacto de la pandemia?
Roberto Mariano Mecenero: Ciertamente, el sector del curtido químico italiano ha sufrido la crisis del covid-19, pero creo que menos que otras partes de la cadena de suministro del cuero. Digamos que ya habíamos recuperado niveles similares a los de antes de la situación prepandemia cuando se produjo esta otra nueva crisis: la guerra que estalló en Ucrania; el aumento de los costes energéticos y de transporte; los aumentos especulativos de los costes de productos químicos; la dificultad de encontrar en el mercado las cantidades necesarias de diferentes productos químicos, algunos de los cuales son indispensables y básicos para la normal actividad productiva del curtido; el incremento de los costes de la actividad de depuración de aguas residuales; los elevados costes de una actividad de gran consumo energético, etc.
Creo que esta segunda crisis está haciendo más daño que la covid-19, al menos para la industria europea, en general, y para la industria europea del curtido, en particular.
Todavía estamos de lleno en este momento histórico de la tensión bélica entre Rusia y los países europeos adheridos a la OTAN y Estados Unidos, para saber cuándo saldremos de este triste y trágico túnel.

LederPiel: La aparición del nuevo coronavirus y sus consecuencia sanitarias y económicas ¿han retrasado o acelerado la evolución del sector del curtido hacía un modelo más verde y sostenible?
Roberto Mariano Mecenero: Yo creo que el coronavirus ha acelerado el desarrollo de una producción de curtidos cada vez más sostenible y, diría, cada vez más responsable.
Las epidemias y las catástrofes ambientales nos han hecho comprender que, si hasta ahora no hemos sido lo suficientemente cuidadosos con el medioambiente, ahora debemos considerar el respecto al entorno natural como un aspecto igualmente importante al económico para nuestras empresas. Para ello, debemos profundizar en la búsqueda de alternativas a los productos que normalmente utilizamos en nuestros procesos de curtido y en nuevas fuentes renovables, pero, obviamente, de una manera racional, ética y con visión de futuro. Debe ser una elección nuestra, pero, aunque no estemos convencidos, finalmente serán nuestros clientes los que nos exigirán que tomemos este tipo de camino.
La industria química que nos apoya el sector del cuero abasteciéndolo de los productos químicos necesarios debe estar verdaderamente vinculada con las fábricas que realizan los procesos de curtido, porque solo de una sinergia compartida entre estos dos importantes eslabones de la cadena de suministro se obtendrán productos capaces de dar resultados efectivos y positivos.

«El hecho de que nuestras organizaciones nacionales y europeas no estén suficientemente dotadas y, por tanto, en condiciones de disponer de una red de control aduanero suficiente para controlar todas las pieles y todos los artículos que llegan de países no europeos nos sitúa en una situación de evidente e injusta desventaja»

LederPiel: Algunos fabricantes europeos se quejan de que están sometidos a unos controles muy rigurosos, tanto por reglamentos nacionales como comunitarios (por ejemplo, el Reach), que no se exigen con tanta exhaustividad a los cueros importados, lo que provoca una pérdida de competitividad. ¿Tienen fundamento estas quejas?
Roberto Mariano Mecenero: ¡Absolutamente sí! Entiendo que las restricciones y regulaciones europeas son más serias y estrictas en comparación con todas las demás regulaciones vigentes en los diversos países o áreas geográficas. Solo las de Estados Unidos se acercan a las de Europa.
Estamos controlados, y debemos ser justamente respetuosos de la normativa vigente. El Reach, en particular, ha impuesto adecuadamente un modo de trabajo serio y profundo de evaluación y sobre la elección de los productos químicos. Ahora disponemos de herramientas para poder elegir los productos químicos a utilizar según indicaciones precisas para el usuario, declaradas en fichas de seguridad específicas y destacadas por las etiquetas actualizadas en los envases de los propios productos. Y para llegar a este punto, además en continua actualización semestral y permanente y profundo análisis, hubo que incurrir en costes muy elevados por parte de las empresas de productos químicos, en primer lugar, y de los usuarios de estos productos, que obviamente están compartiendo los gastos.
El hecho de que nuestras organizaciones nacionales y europeas no estén suficientemente dotadas y, por tanto, en condiciones de disponer de una red de control aduanero suficiente para controlar todas las pieles y todos los artículos que llegan de países no europeos nos sitúa en una situación de evidente e injusta desventaja, tanto para los consumidores, que no están familiarizados con estas prácticas y no son capaces de reconocer de forma clara esta anomalía, como para la industria europea del curtido, que sufre esta situación de injusticia competitiva cualitativa y económica.

«En este momento existen numerosas propuestas puestas en marcha para la producción de pieles libres de cromo, más o menos válidas, pero no me parece que exista una solución que haya satisfecho plenamente todas las necesidades»

LederPiel: Cada vez se lanzan más alternativas al cromo. ¿El futuro del curtido de pieles pasa inevitablemente por encontrar alternativas viables al curtido con cromo?
Roberto Mariano Mecenero: En primer lugar, no creo que se deba ignorar el valor y los méritos del curtido con cromo, que durante casi un siglo ha sido el curtido que ha producido cueros de calidad, duraderos y con peculiaridades excepcionales y únicas en todo el mundo.
Es cierto que siempre debemos hacerlo mejor, buscando la mejora continua. Así que, como decía antes, sería deseable poder encontrar una alternativa también al cromo, evitando así empobrecer el planeta del material fósil que sirve para dar lugar al sulfato de cromo trivalente básico, que es la base del cromo tradicional que se utiliza en el curtido de pieles, pero solo si es posible encontrar un material alternativo que respete la salud de los curtidores y de toda la cadena de suministro y provenga de materiales derivados de fuentes renovables y que no sustraiga recursos de la cadena alimentaria. Además, debe ser un material que dé las garantías necesarias para obtener una piel curtida con características, calidad y peculiaridades al menos iguales a las de la producción cromada actual e, incluso, el tratamiento de sus residuos y lodos no debe crear problemas cuando se depuren. También hay que asegurarse de que los subproductos derivados de esta alternativa al cromo no den problemas en las fases posteriores al curtido, algo muy importante en la cadena de suministro del cuero.
Solo bajo estas condiciones obtendremos una alternativa válida. En este momento existen numerosas propuestas puestas en marcha para la producción de pieles libres de cromo, más o menos válidas, pero no me parece que exista una solución que haya satisfecho plenamente todas las necesidades. Pero la investigación avanza en varios frentes, y esperemos que alcance la meta lo antes posible.
Mientras tanto, sin embargo, recordemos siempre que en nuestros mares se han encontrado numerosas islas de plástico, pero nunca se han encontrado islas de zapatos hechos de cuero, por lo que…

«Es necesario que las asociaciones de curtidores de los distintos países, aunque me atrevería a decir que también los mismos países, inviertan en una campaña de estudio cultural sobre el mundo de la piel»

LederPiel: ¿Qué imagen tiene los consumidores de moda más jóvenes respecto al cuero? ¿Cómo se puede cambiar esta percepción equivocada que tienen algunos de ellos? ¿Qué errores cree que ha cometido el sector del cuero por los que no ha logrado conectar con las nuevas generaciones?
Roberto Mariano Mecenero: Es necesario que las asociaciones de curtidores de los distintos países, aunque me atrevería a decir que también los mismos países, inviertan en una campaña de estudio cultural sobre el mundo de la piel, especialmente dirigida a los jóvenes, y que comunique e informe de manera clara los siguientes temas:

  • Los animales no se matan por su piel.
  • Los animales se matan por la necesidad histórica de satisfacer la nutrición humana.
  • Las pieles son residuos de la cadena alimentaria. Por lo tanto, si las curtidurías no las procesaran, el planeta tendría que desechar 900 000 toneladas de pieles generadas solo por la cadena alimentaria italiana en vertederos o incineradores (en cambio, recuperamos 128 millones de metros cuadrados de cuero producidos para varios usos).
  • ¿Son todas las alternativas al cuero realmente sostenibles? Muy a menudo descubrimos que las propuestas presentadas como sostenibles están directamente relacionadas con los plásticos.
  • El producto de cuero es casi siempre más saludable que el presentado como material alternativo, más agradable al tacto, más transpirable y más duradero.
  • Algunos de estos productos alternativos se jactan de ser llamados con nombres que indebidamente se refieren a la piel.
  • El cuero es un material duradero en el tiempo y, por lo tanto, respeta mucho más el medioambiente que otros materiales de corta duración.
  • El cuero es un material único y exclusivo, tiene su propia trazabilidad y su propia historia, además de tener al menos dos vidas: la primera, cuando sirve de protección externa del animal durante su vida y, la segunda, cuando se curte para obtener un producto que se ponga a disposición de los distintos fabricantes para transformarlo en otras protecciones adicionales como zapatos, ropa, guantes, bolsos, muebles, tapicerías de asientos de automóviles o aviones o trenes, sillas de bicicleta o caballo, cinturones, fundas de móvil o Ipad, etc.

Otro agravante es que, en mi juventud, íbamos a comprar zapatos o bolsos a la tienda del pueblo o ciudad, donde el vendedor (casi siempre también el dueño de la tienda) tenía una experiencia y un conocimiento profundos de los materiales, que volcaba en un asesoramiento competente a los compradores con el que realzaban el material que vendían y sus peculiaridades específicas. Hoy, lamentablemente, estas figuras han desaparecido y las compras se realizan en centros comerciales, donde el personal generalmente no tiene los conocimientos específicos ni la experiencia acumulada durante años, o directamente se compra en internet, donde muchas veces la prenda tiene tras de sí mucha publicidad o cuentan con el apoyo de un campeón deportivo, cantante o influencer, por lo que el tipo y calidad del material usado ni siquiera se tiene en cuenta.

¿Puede interpretarse como una muestra de decadencia cultural…? Probablemente, sea así. Por nuestra parte no hemos comunicado suficientemente bien ciertos valores. Todos debemos comprometernos en mejorar esta situación. Sin duda, a través de medios de comunicación y publicidad, pero ante todo de manera personal, ¡que suele ser la más eficaz!

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