Uno de los principales problemas que venimos arrastrando desde hace años es la preservación y sostenibilidad del planeta. Entre ellos, el consumo energético es uno de sus principales problemas, por lo que en Quimser han querido aportar su granito de arena para mejorar esta situación. Actualmente, las principales baterías de las carretillas elevadoras están hechas de plomo, las cuales, por la composición de este metal, generan un consumo eléctrico y un mantenimiento bastante elevado, además de la toxicidad provocada por el propio material y por los propios componentes de estas baterías, como puede ser el ácido sulfúrico. Por ello, en 2014 se empezó a comercializar carretillas con baterías de litio, las que reducían potencialmente los consumos energéticos y la toxicidad generada frente al plomo.
Quimser, con la colaboración de talleres Citoler, ha querido apostar por este cambio, incorporando la nueva tecnología de las baterías de litio en sus carretillas elevadoras, reduciendo en gran medida el consumo eléctrico y la toxicidad que generaban las antiguas baterías de plomo, y, consecuentemente, disminuyendo la huella de carbono.
