La comarca de Anoia en Barcelona cuenta con más de 30 empresas químicas, muchas de ellas dedicadas a la producción de químicos para la curtición de pieles. Desde que en febrero de 2015 una de estas empresas sufrió varias explosiones que provocaron una nube tóxica que obligó a unos 60.000 vecinos de la zona a refugiarse en sus casas, las autoridades han trabajado en la elaboración de un protocolo en materia de seguridad industrial química. Finalmente, el pasado 26 de julio la Generalitat de Cataluña, la Unión Empresarial del Anoia (UEA) y el Consorcio Escuela Técnica de Igualada (CETI) firmaron un convenio para mejorar las actuaciones en caso de futuras intervenciones y mejorar la respuesta operativa. Gracias a este acuerdo, se incrementarán las medidas de seguridad industrial y la eficacia de los cuerpos operativos en caso de una emergencia de la industria química.
Gracias a este acuerdo, se incrementarán las medidas de seguridad industrial y la eficacia de los cuerpos operativos en caso de una emergencia de la industria química.
«Nuestro objetivo es garantizar la continuidad de la actividad química en la comarca y la seguridad del conjunto de la ciudadanía», explicó Blai Paco, presidente de la UEA. En este sentido, el portavoz de los empresarios de Anoia confía en que no se vuelvan a producir incidentes como los registrados en Igualada en febrero de 2015 o en julio de 2009, «o, si vuelven a ocurrir, que los bomberos puedan disponer de toda la información sobre la industria química necesaria, posibilitando así una actuación más rápida y precisa».
