Durante la próxima década, Etiopía invertirá alrededor de 10.000 millones de dólares en la construcción de polígonos industriales. El objetivo del gobierno etíope es convertir a este país del Cuerno de África en el principal fabricante de productos manufacturados de África. De esta cantidad de dinero, se calcula gastar la mitad en crear zonas especialmente acondicionadas para la producción de artículos que requieran mano de obra intensiva, como el calzado, cuero o artículos textiles. La Corporación Financiera Internacional, dependiente del Banco Mundial, así como distintos inversores chinos y europeos y fondos de capital de riesgo internacionales ya han mostrado su interés por participar en estos proyectos.
Hace más de un año un grupo inversor chino comenzó a construir a las afueras de Adis Abeba la denominada «ciudad del calzado», un descomunal centro de manufacturación de calzado que dará empleo a alrededor de 100.000 trabajadores. Al mismo tiempo, grandes marcas de moda como Tommy Hilfiger y Calvin Klein están planteándose la posibilidad de mudar su producción a Etiopía, como ya lo hizo hace meses el Grupo H&M, atraídos por los bajos salarios de los trabajadores locales, 10 veces más bajos que en China.
El interés de los grandes grupos de moda por fabricar en Etiopía ha provocado que este país africano multiplique por 15 sus exportaciones textiles y de cuero en los últimos cinco años.
