Seguimos con el ciclo de entrevistas en conmemoración al número 100 de LederPiel. En esta ocasión preguntamos Álex Cabestany Ferre, director de curtidos de Cromogenia, sobre el pasado, el presente y el futuro de nuestra industria.
Lederpiel: ¿Qué diferencias encuentra entre el sector de la curtición de hace 20 años y el actual? ¿Cómo ha evolucionado el sector en todos estos años?
Alex Cabestany Ferre: Durante los últimos 20 años, y en especial en los últimos 10 años, ha habido una transformación del sector de curtidos a nivel mundial fruto de la globalización que ha afectado a todos los sectores. Curtidos, al ser un sector manufacturero, se ha visto afectado por esta globalización, si cabe, más que otros sectores.
Hubo un desplazamiento de la producción de los artículos de cuero, calzado, confección, marroquinería, primero a países con mano de obra más barata, especialmente Asia, con lo que las grandes producciones de curtidos se trasladaron allí también.
En estos últimos años se detecta un ligero cambio de tendencia, trasladándose la producción a aquellos países que tienen mayor cabaña de animales, ya que algunos países intentan, en la medida de lo posible, conseguir un mayor valor añadido a sus pieles, prohibiendo o regulando la exportación de pieles en bruto e incluso wet-blue y crust.
Más recientemente, las medidas de regulación medioambiental puestas en marcha por los diferentes países han hecho que sea el nuevo reto al que se enfrenta el sector de curtidos y al que deberemos hacer frente entre todos los involucrados a corto y medio plazo.
La irrupción fuerte de la tapicería en los últimos años, especialmente para automóviles, ha desestabilizado el precio de materias primas y dificultado el acceso a ellas para los sectores más clásicos como calzado y marroquinería.
El sector de curtidos es muy flexible, lo que ha permitido a las firmas que van quedando tras la dura crisis sufrida por nuestro sector amoldarse a las exigencias y ser capaces de producir en plazos muy cortos una gran diversidad de artículo
L.: ¿Cuál es la situación actual del sector del curtido en España? ¿Cuáles son sus principales características?
A. C. F.: El sector de curtido en España viene arrastrando todos los problemas expuestos anteriormente: pasamos de ser un país con unos costos laborales bajos, que hacían que la producción especialmente de calzado fuera competitiva y pudiéramos ser un país exportador fuerte, a la actual, donde se ha de buscar artículos con niveles de calidad elevados que permitan al sector diferenciarse de los productos y artículos que puedan venir de otros países con costos laborales menores.
Por otro lado, la reciente crisis ha llevado a que algunas marcas se hayan replanteado volver a fabricar en España, ya que los volúmenes se han reducido así como los costos laborales.
El sector de curtidos es muy flexible, lo que ha permitido a las firmas que van quedando tras la dura crisis sufrida por nuestro sector amoldarse a las exigencias y ser capaces de producir en plazos muy cortos una gran diversidad de artículos.
La apuesta de futuro debe ser por la sostenibilidad, las tecnologías limpias, la eficiencia y la innovación
L.: ¿Cómo se imagina que será el sector dentro de 20 años? ¿Qué aspectos debería trabajar el sector para asegurarse un desarrollo exitoso?
A. C. F.: Resulta complicado imaginarse cómo estará nuestro sector dentro de 20 años, ya que seguramente, si se hubiera preguntado hace 20 años, la respuesta habría sido diferente de la situación actual.
No obstante, debería haber una tendencia a la estabilización, de modo que las empresas de nuestro sector consigan establecer su cuota de mercado y posicionarse en este. La apuesta debe ser lo que el mercado va apuntando: sostenibilidad, tecnologías limpias, eficiencia, innovación, que permitan a las empresas de nuestro sector en España dar un plus y una confianza a sus clientes finales, que sin duda van a valorar todos estos factores puesto que los consumidores finales lo van a exigir.
