El cuero es una materia prima con un stock determinado, indiferente a la demanda y que, como subproducto de la industria cárnica, no puede desarrollar estrategias de producción propias. Por tanto, en los últimos años, las grandes firmas de artículos de lujo como Kering y LVHM han buscado asegurarse el acceso a cueros de calidad haciéndose con el control de las curtidurías. El último caso ha sido la compra por parte de Chanel de la empresa curtidora Richard, especializada en piel de cordero de gama alta. El importe de la operación no ha sido desvelado, pero con este movimiento la firma francesa de moda se asegura el abastecimiento de un material imprescindible para la manufactura de bolsos y pequeña marroquinería.
La compañía Richard fue fundada en 1852 en Millau en el sur de Francia. En la actualidad cuenta con alrededor de 40 trabajadores en plantilla y sus exportaciones rozan el 70 por ciento de su producción.
