Las exportaciones españolas de cueros y pieles cerraron 2021 con un significativo aumento respecto a 2020 y solo por debajo que en 2019 en relación con las pieles curtidas. Se constata de este modo la recuperación de las ventas al exterior de los subsectores de pieles crudas y semicurtidas, así como las dificultades que encuentran las empresas de cuero elaborado para retomar sus niveles previos a la pandemia.
Según datos de la Dirección General de Aduanas, el pasado año con respecto a 2020, las exportaciones de pieles en bruto crecieron un 37,8 por ciento (41,5 millones de euros más), las de pieles semicurtidas se dispararon un 31,4 por ciento (15,3 millones de euros más) y las de pieles curtidas aumentaron un 15,8 por ciento (46,2 millones de euros más).
No obstante, si comparamos los acumulados de 2021 con los de 2019, las exportaciones españolas de pieles en bruto crecieron un 2,7 por ciento y las de pieles semicurtidas, un 12,2 por ciento, mientras que las de pieles curtidas disminuyeron un 9,1 por ciento.
Importaciones
En cuanto a las importaciones de piel y cuero, durante 2021 con respecto al año anterior, las compras en el extranjero de pieles en bruto aumentaron un 13,2 por ciento (6,4 millones de euros más); la importación de pieles semicurtidas, un 12,1 por ciento (9,1 millones de euros más) y, finalmente, las de pieles curtidas, un 15,5 por ciento (29,4 millones de euros más).
En relación con los acumulados de 2019, las importaciones de pieles en bruto crecieron un 4,1 por ciento, mientras que las de pieles semicurtidas cayeron un 13,4 por ciento y las de pieles curtidas también disminuyeron un 29,6 por ciento.
En consecuencia, la balanza comercial de la piel de 2021 arrojó un desequilibrio en términos generales a favor de las exportaciones de 196,4 millones de euros.
