Según las estadísticas de Aduanas, el comercio de pieles en bruto durante enero y agosto del presente año sufrió una importante caída tanto en sus importaciones como en sus ventas al exterior. Este descenso contrasta con el aumento, tanto en exportaciones como en importaciones, de los subsectores de pieles semicurtidas y curtidas.
Durante los primeros ocho meses del año las exportaciones de pieles en bruto se redujeron un 22,46 por ciento (más de 50 millones de euros) en relación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, tanto las pieles semicurtidas como los cueros acabados aumentaron un 27,39 por ciento (12 millones de euros) y un 4 ,08 por ciento (alrededor de10,5 millones de euros) respectivamente.
Las importaciones de pieles en bruto descendieron un 14,99 por ciento (más de 10 millones de euros) mientras que las compras al extranjero de pieles semicurtidas subieron un 24,41 por ciento (21 millones de euros) y las curtidas un 20,39 por ciento (casi 50 millones de euros). Este aumento ha provocado un inusual desequilibrio de la balanza comercial a favor de las importaciones: exportamos menos cuero curtido que el que compramos en los mercados internacionales (291 millones en importaciones frente a los 266 millones en exportaciones).
