Durante el primer cuatrimestre del año la industria española de la piel y el cuero ha continuado con una balanza negativa. Las empresas siguieron comprando más piel y cuero del que vendieron pero de manera menos acusada.La bajada de las importaciones de cueros curtidos siguió siendo muy pronunciada lo que redujo las diferencias entre importaciones y exportaciones frente a otros datos de 2016.
Las exportaciones de pieles en bruto tuvieron una importante bajada de casi un 20 por ciento (aproximadamente 16 millones de euros), mientras que las ventas de cuero semicurtido crecieron un 16,7 por ciento (cerca de los cinco millones de euros). Por su parte, el comercio de cueros curtidos se mantuvo prácticamente igual, con una bajada del 0,2 por ciento.
En las importaciones el cuero curtido y acabado bajó un 15,5 por ciento (más de 25,5 millones de euros) y los semicurtidos sufrieron una reducción del 9,3 por ciento (cerca de 5 millones de euros). Sin embargo, la industria parece haberse activado un poco y las importaciones de pieles en bruto que crecieron un 27,2 por ciento (aproximadamente 8,5 millones de euros).
Estos datos mantienen la balanza comercial en negativo con una diferencia de 3 millones de euros. Una cifra cuatro veces menor que la que se alcanzó en abril de 2015 cuando se llegó a una diferencia entre compras y ventas de 14,5 millones de euros.
